[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Hace ya más de 200 años el pueblo francés, harto de los privilegios de la nobleza y de las injusticias de la monarquía absoluta, decidió jugarse la vida para acabar con aquella situación indigna. Ese movimiento fue el origen de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1791, el primer documento que podemos considerar una constitución porque garantiza la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y los derechos de las personas. Ese movimiento supuso un cambio radical para nuestra dignidad como seres humanos: el paso de siervos a ciudadanos, un cambio tan importante que, a partir de ahí, entendimos que se iniciaba una nueva era: La Edad Contemporánea.
Una Constitución es una ley fundamental que, fruto de un gran pacto fundador (el pacto constituyente), protege la libertad y la seguridad de todos mediante el cumplimiento de una doble condición: el establecimiento, por un lado, de una organización de los poderes del Estado (legislativo, ejecutivo y judicial) que garantiza su separación y su mutuo control y contrapeso y la proclamación, y la consiguiente garantía, por otro lado de toda una serie de derechos y libertades para las personas que esos mencionados poderes no pueden lesionar en modo alguno.
Sirve para dar estabilidad a las reglas que determinan nuestra vida en común. Si fuese una ley como las demás se podría cambiar con la misma facilidad con que se cambian las leyes ordinarias (por mayoría simple).Son precisamente las condiciones procedimentales especiales (mayorías reforzadas y referéndum) las que dan estabilidad a la Constitución impidiendo así que pueda quedar en manos de un partido. Las mayorías reforzadas (de ⅔ o 3/5 ) y el referéndum (que supone convocar a todo el pueblo a pronunciarse) hacen más difícil la reforma.
¿Qué tiene la Constitución de 1978 que no tuvieron las anteriores?
Es la primera vez que una parte del país no impone su voluntad a la otra. Antes se imponía el trágala:los que se alzaban con el poder ya fuera por medios legales (elecciones) o ilegales (golpes de estado) imponían a los perdedores sus reglas de juego, sus principios y valores, es decir, su constitución, que los perdedores debían tragarse, comerse a la fuerza.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Esta no es así. La Constitución de 1978 es fruto de un gran acuerdo entre todos los que participaron en su elaboración con la que se trató de conseguir un auténtico pacto nacional por la convivencia en paz y en libertad mediante un método sencillo, pero no por ello menos meritorio:no introducir en la Constitución ninguna norma, regla o principio que resultase absolutamente inaceptable para alguna de las fuerzas políticas allí representadas.
¿Cuál es su actualidad?
Según la mayoría de los españoles (el 80%) la Constitución de 1978 representa el mejor período de nuestra historia: ha facilitado 40 años de convivencia y, aunque ahora suenan muchas voces criticándola, no es la Constitución la que está en crisis, lo que está en crisis es la labor de la clase política que ha perdido el espíritu de consenso que inspiró la Constitución del 78. En una sociedad libre y plural como la nuestra se impone que, para conllevarnos, tengamos que aprender a renunciar a algo. Es cierto que entonces las fuerzas políticas estaban condenadas a entenderse porque el régimen del dictador ya no se podía mantener, pero tampoco era posible la ruptura. Y había algo claro en el corazón de los españoles: no se quería la vuelta a la violencia, se quería la libertad sin ira.
Cierto que hay que hacer pequeños cambios de adaptación, pero quizás no sea ahora el momento adecuado. Esos cambios hay que hacerlos con la tranquilidad necesaria.
Lo que sí es necesario es que hoy celebremos el día de nuestra Constitución sabiendo la importancia que tiene: es el entramado invisible que hace posible que vivamos en paz.
Paco Cervera es docente jubilado, coordinador del proyecto educativo de Marbella Activa, realizador del programa de RTV Marbella Qué está pasando en nuestras aulas y cofundador de Impulsa Ciudad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]