[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Es un mal indicativo que la expresión “debería ser año electoral todos los años” se haga voz pópuli ya que refleja el sarcasmo ciudadano a la falta de actuaciones relevantes durante añosra finalizar con una avalancha de actuaciones de “chapa y pintura” con la que nos invaden desde que el reloj de la cuenta atrás de las municipales se pone en marcha. Frente a lo que debería ser una gestión basada en la planificación, y no una simple estrategia electoral, nos vemos “agraciados” cada 3 años con un Plan de Asfalto para renovar la capa superficial del asfalto de muchas de nuestras calles, con un Plan de contrataciones extraordinarias para repoblar las jardineras con flora de usar y tirar (flores bonitas, pero de escasa duración), aumento de las contrataciones en limpieza con actuaciones a horas visibles para que no se nos olvide que están ahí, presentación de nuevos equipos motorizados (según se informa a petición de los trabajadores municipales), más relucientes que los que anteriores pero donde no consta, al menos en la noticia circulada a la prensa, que utilicen energías renovables.
En definitiva mismo error que se sucede periódicamente, sea quien sea el que esté con el mando de poder, pero que demuestra el cortoplacismo de nuestros gobernantes. Inmediatez, fotos,… votos. Nula planificación a medio o largo plazo que atienda la urgente necesidad de pensar en el Modelo de Ciudad que se consensuó entre todos con el Plan Estratégico, aquel que planificaba actuaciones para la ciudad del 2022 pero que ya no llegará a tiempo.
Sin embargo, se deciden y aprueban proyectos que no por muy demandados debemos dejar de analizar ya que se está empezando la casa por el tejado, y esto es algo que sufrimos históricamente en nuestro municipio. Me refiero a desarrollar suelo sin previamente desarrollar las infraestructuras necesarias. Corremos el riesgo de sufrirlo en la zona más candente en la actualidad, aquella en la que se va a ejecutar la tan anunciada Ciudad de la Justicia –en un edificio ilegal que pasará a ser un emblema de referencia…–, la ampliación interminable del
Hospital Costa del Sol y el primer Centro Educativo en años.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Leyendo la información aparecida en los medios, el Ayuntamiento está solicitando al ministerio de Fomento para que se estudie la mejora de los accesos, algo es algo, pero ¡qué menos que esto! Sin embargo, insisto, la concentración de actuaciones como las que esperamos completen nuestros servicios públicos, deberían venir acompañada de una planificación y desarrollo urbanístico acorde a las necesidades de manera que esta zona se convierta en una nueva centralidad del municipio, y como tal resuelva por adelantado mediante la instrumentalización urbanística que corresponda, cuestiones como espacios verdes adecuados, otros equipamientos públicos, comunicaciones interurbanas, accesos, aparcamientos, etc.
Ahora que Marbella parece empezar a recibir dinero tras duros años de robos y olvidos, debemos exigir a nuestros gobernantes previsión, planificación, dejarse de fotos y efectos electoralistas y empezar a pensar en la ciudad que se quiere para nuestros hijos. Son muchas las demandas a cubrir, pero no caigamos en el error de hacerlo a parches.
Arturo Reque es arquitecto, activista, presidente de la asociación Marbella Bycivic y miembro cofundador de Impulsa Ciudad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]