[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Estimadas y necesarias señorías:
Ando realmente preocupado por la crisis de nuestro sistema de convivencia. Nuestra democracia está cada día más amenazada y no encuentro el impulso regenerador necesario para mantenerla a flote. Coincidirán conmigo en que gran parte de la culpa les compete. Es responsabilidad de la falta de ejemplaridad de bastantes de vuestras señorías la desconexión de la política de muchos ciudadanos que se hace evidente en la falta de participación activa en los procesos electorales y en la extensión de un pensamiento, para mi muy peligroso, de que todos los políticos son iguales. Todos sabemos que esto no es así; pero no es precisamente ejemplaridad lo que vemos en el Congreso, salvo honrosas excepciones. Vemos auténticos especialistas en el uso y abuso del lenguaje (piquitos de oro), capaces de convencernos hoy de una idea y mañana de la contraria; pero no vemos la ejemplaridad que se supone debe ir unida a los representantes de tanta y tanta gente necesitada de vuestro trabajo. Vemos una descarnada defensa de vuestras posiciones partidistas y personales y poco espíritu de defensa de los intereses comunitarios. Lo normal es que “pongáis a parir” a cualquiera que presente una idea distinta a la vuestra, aunque sea buena para el interés general. Lo normal es que si no podéis atacar la idea, ataquéis al personaje que la defiende o a su partido. Lo normal es que dediquéis vuestro esfuerzo investigador a encontrar su punto débil, rebuscando hasta en sus notas escolares. Y, al final, algo se encuentra. Y lo magnificáis para demostrar la razón que os asiste, aunque, en el fondo, sepáis que es una solemne tontería. Os mueve el dicho popular:”critica que algo queda”.¿Cuánto tiempo invertimos en esa actividad investigadora? No es para eso para lo que os elegimos. Os elegimos para buscar soluciones a los problemas que tenemos planteados. ¿Cómo es posible que en 40 años no hayáis logrado ni siquiera un Pacto Educativo? ¿Qué ha pasado con aquel espíritu de consenso que hizo posible la Constitución? Es cierto que aquellos políticos estaban condenados a entenderse para evitar males mayores; pero, ¿acaso no es lo mismo que pasa ahora? ¿Qué les vais a decir a esa gente que pierde su puesto de trabajo y no encuentra otro? ¿Qué les vais a decir a esos jóvenes que no encuentran un trabajo decente? ¡Qué estabais tan ocupados en vuestros problemas electorales que no tuvisteis tiempo de encontrar una solución para ellos![/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Si no reaccionamos, si no ponemos por encima de los intereses electorales, los intereses generales y aunamos esfuerzos en la búsqueda de soluciones, nuestro sistema de convivencia seguirá debilitándose y dejaremos el terreno abonado a los populistas y demagogos. A estos les será fácil señalar los problemas reales y ofrecernos soluciones simples y radicales, a cambio de perder el sistema de convivencia que tanto nos ha costado construir. Además, siempre habrá colectivos marcados como responsables de nuestros problemas: antes fueron los judios, los comunistas y los masones, ahora los inmigrantes. ¿Estamos dispuestos a colaborar con ellos? ¿Vamos a seguir permitiendo la debilidad de nuestro sistema democrático?
Por si no fuera poco con lo que tenemos, las campañas de desinformación bien organizadas y potenciadas por las redes sociales siguen minando nuestro espíritu democrático. Noticias falsas nos inundan, sabedoras del dicho de que una mentira, repetida mil veces, se convierte en verdad. Y todo esto llega, además, en un momento en que nuestro sistema educativo no se caracteriza precisamente por la búsqueda de la verdad, por el desarrollo del espíritu crítico. Es decir, somos campo abonado para comportarnos como masa y no como suma de individuos.
Señorías, estamos necesitados de buenos ejemplos por vuestra parte. No tratéis de justificar los malos modos con la entrada del pueblo real en la política. El pueblo real puede ser menos culto, puede tener peor uso del lenguaje, pero siempre ha sido y es respetuoso. Señorías, necesitamos urgentemente que os pongáis a trabajar en serio, que las palabras bonitas, envolventes, misteriosas, dejen paso a los hechos y que en esos hechos podamos encontrar la esperanza que nos dé fuerza para seguir luchando, sabiendo que nuestro esfuerzo merece la pena, que hay un futuro para nuestros hijos y que hemos elegido a unos representantes dignos de confianza.
Esperanzado en vuestra respuesta, os mando un cordial saludo.
Paco Cervera es docente jubilado, coordinador del proyecto educativo de Marbella Activa, realizador del programa de RTV Marbella Qué está pasando en nuestras aulas y cofundador de Impulsa Ciudad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]